En el ano se tienen un conjunto de venas que suelen ser sensibles a los estímulos que recibe la zona, ya sea por la textura de las heces, la frecuencia o retardo de las defecaciones o por dificultades en la fluidez sanguínea.
Por si no lo sabes, las hemorroides son parte natural de la zona ano-rectal y cumplen la función junto con el esfínter de cerrar el paso cuando no se debe defecar. Pero como en su interior están muchas venas pequeñas, a veces puede haber una sobresaturación de sangre.
Los motivos de este evento pueden ser muchos, aunque en la actualidad una de las causas por las que más aparecen las hemorroides es por el estrés. La vida apresurada de las personas hace que el momento de ir al baño y hacer sus necesidades fisiológicas sea pospuesto o apresurado.
La mayoría de las personas que hoy en día deben cumplir con el trabajo, la familia, los amigos y demás cosas tienden a padecer de hemorroides. Esta es una dolencia de la que nadie habla en público, pero que sin dudas, han tenido que sufrir más de una vez.
Ciertamente hay alguna evidencia de que las sociedades altamente estresadas tienen una mayor incidencia de hemorroides que aquellas con una población más contenta. La evidencia no es concluyente, sin embargo, no de la misma manera que lo es para la enfermedad cardíaca.
Una razón para esta duda es que la asociación entre el estrés en una comunidad y las hemorroides también podría ser el resultado de factores genéticos que hacen que algunas personas sean más propensas a contraer hemorroides que otras: los caucásicos son más propensos que los africanos, por ejemplo.
5 Maneras de Como el Estrés Causa Hemorroides
Normalmente la hinchazón de las hemorroides es atribuida a la edad avanzada, la genética, al embarazo o al sedentarismo. Sin embargo, se ha visto recientemente como cada día son las personas más jóvenes quienes están sufriendo de estas molestias.
Lo que puede acercarnos a una causa común es la presencia constante de estrés en aquellas personas que tienen tantas ocupaciones y se olvidan de las funciones básicas de su cuerpo y las necesidades de su organismo.
Las maneras en que el estrés influye en la inflamación de las hemorroides son las siguientes:
1. Retrasando los procesos digestivos
La aparición de hemorroides está ligada a la ejecución óptima de los procesos digestivos. Cuando dichos procesos se ven influenciados por el estrés diario, se tiende a no tomar en cuenta hace cuantos días no evacuas tus intestinos.
Este descuido hace que las heces se pongan cada vez más duras dentro del colon y que al salir causen irritaciones en todas las paredes rectales y hasta en el orificio del ano. Con esta irritación que se ha originado a causa del retraso del proceso digestivo se desarrollan las inflamaciones.
Las venas ubicadas en el ano y el recto pueden debilitarse considerablemente si este tipo de retrasos se hacen frecuentes en períodos relativamente cortos. Por más ocupaciones que tengas en tu vida, debes saber que no es normal pasar más de dos días sin defecar.
Si esto sucede solo se estará causando más daño a las venas hemorroidales y los dolores llegarán pronto. El retraso de los procesos digestivos ocasiona, más que todo, hemorroides internas que de vez en cuando sangran y molestan en diferentes grados.
2. Llevándote a comer en exceso alimentos perjudiciales
Una de las cosas que te hace hacer el estrés es comer de más. Pero ojalá y se tratara de alimentos saludables, pues el estrés te lleva a tener ansiedad y esta se calma solo con la ingesta de dulces, frituras, enlatados, picantes, salados, entre otros.
Todos esos alimentos o comidas pueden ser enemigos de las venas más delicadas del recto y el ano. Su efecto puede hacer también que la materia de desecho que sale de tus intestinos sea mucho más acida y fétida, lo que también es perjudicial para las hemorroides.
Estar estresados puede conducirte a comerte todo lo que encuentres en el cafetín de la escuela o del trabajo, pero con esto solo estás consiguiendo que las paredes rectales y el orificio anal se vuelvan más sensibles y que duelan más al inflamarse.
Las comidas rápidas y muy cargadas también contribuyen al proceso digestivo más lento de lo normal, haciendo que los desechos se acumulen por más tiempo y duela el área al expulsarlos.
3. Posponiendo la evacuación de forma consciente
Algunas veces la digestión se pone lenta por sí sola y para arreglarlo solo se tiene que comer en menos cantidad, tomar más agua e incluir más fibra soluble en la dieta. Sin embargo, la vida estresada puede hacerte cometer el error de posponer la evacuación aun cuando tengas ganas.
Este no puede ser un capricho aceptable, pues, cuando el cuerpo tiene necesidades hay que darle su tiempo y espacio. Nada puede ser más importante que tu salud.
Si pospones las evacuaciones solo por terminar tu trabajo a tiempo para salir corriendo a buscar a los niños y llevarlos a casa, estás haciendo que tu recto (que ya estaba preparado para la evacuación) se contraiga de manera abrupta y acumule sangre innecesariamente.
Esta acumulación sanguínea hace que las venas anales pierdan su flexibilidad y que se inflamen de manera recurrente porque la sangre va a seguir llegando a la zona pero no podrá seguir su curso como era costumbre.
4. Mal funcionamiento venoso
El estrés tiene sus efectos negativos en todo el organismo aunque no puedas verlo. La función de las venas es una de las más afectadas cuando por cansancio, agotamiento y agobio es imposible mantener una flexibilidad adecuada y unas válvulas venosas en buen estado.
Aunque no se sabe cómo sucede realmente, las válvulas internas de las venas pueden atrofiarse por la distracción y aturdimiento que se le da al cerebro de manera constante. Igualmente, estas pueden dañarse si tu ocupación diaria te obliga a andar y sentarte de forma reiterada.
5. Causando alteraciones en la presión sanguínea
La presión sanguínea es exactamente lo que le da forma a las inflamaciones hemorroidales. Para que estas sucedan puede haber factores estresantes del ambiente o del mismo cuerpo que originan la desorientación de la presión sanguínea.
La sobrecarga de actividades permite que la presión se altere, permitiendo que la circulación se acelere. Pero si en la zona anal ya hay venas frágiles, la sangre que llegue en esos momentos de presión y estrés va a quedarse estancada.
Es allí cuando la hinchazón, pesadez, humedad, dolor y picor pueden comenzar a causar más molestias que el mismo estrés del día a día. Por estos motivos es recomendable que si ya se tienen indicios de sufrir hemorroides, procures tener calma aunque haya muchas cosas por hacer.
Fuentes: